Abertura

El Festival de las Artes del Movimiento FAM 25 programa a Richard Mascherin como clausura del festival en la Sala Sinfónica con el estreno de su nueva creación de sala: Abertura, que se presenta como “una salida de este mundo” y que parte de la premisa de un mundo sumido en la catástrofe, donde los cuerpos que aún caminan por él están al borde de su resistencia.
El mundo está sumido en la catástrofe, y los cuerpos que aún lo habitan, que aún caminan por él, se encuentran al borde de su resistencia. Abertura es una salida de este mundo. Una transición. Un proceso de muerte. Un contacto extraordinario con algo que se parece a la muerte. Una información que se recibe a través del movimiento, la palabra y la presencia. Una posibilidad de salir del cuerpo y de todo aquello que afecta al cuerpo. Una caída al abismo. Un salto de fe.
¿Cómo se subsiste a un cambio de paradigma de alcance mundial? Y si uno sobrevive a algo así, ¿de qué forma lo hace? ¿Cómo se calma una debacle que lo ha transformado todo, hasta la propia fisonomía de los cuerpos? En escena, seis bailarines encarnan estas preguntas a través de una coreografía exhausta, catártica y tensionada. Sus voces balbucean un idioma extraño y sus movimientos, atravesados por las huellas de la hecatombe, están atrapados en la repetición ritual. Con ella desean escapar del dolor y escapar, también, de sus propios cuerpos. Trascenderlos.
Abertura es el relato de esta caída colectiva y de su ascensión a partir de un ‘contacto’ con una forma de vida superior. Un viaje a la luz a partir de una atmósfera cruda y asfixiante. Un espectáculo de danza contemporánea que busca y encuentra la esperanza en el contexto más desesperanzado de todos.
Si el movimiento de la pieza bebe la técnica del éxtasis descrita por Mircea Eliade en sus tratados sobre el chamanismo, la puesta en escena recoge toda una tradición cinematográfica y pictórica vinculada al expresionismo. La elocuencia ruda del lenguaje y la deformidad corporal-gestual son algunas de las claves de este ‘código expresionista’, a las que suman los espacios lumínicos y sonoros, que funcionan como pasarelas de acceso a otro mundo radicalmente distinto del actual.